jueves, 7 de diciembre de 2017

LA DEMOCRACIA Y LA PRÁCTICA DE LA PAZ SOCIO-EDUCATIVA.

                                                  REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA     
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JOAQUÍN  DE TURMERO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN








  LA DEMOCRACIA  Y  LA PRÁCTICA DE LA PAZ
SOCIO-EDUCATIVA.






Doctorante: Félix Jiménez.



  REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO
SAN JUAQUÍN  DE TURMERO
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN


Resumen

   El presente trabajo fue orientado con el planteamiento de una cultura de paz en Venezuela, donde históricamente se vivieron condiciones que fueron adversas a las circunstancias, con el propósito de promover una cultura de paz, mediante la educación y la democracia. Nuestro sistema legal tuvo que ser transformado, promoviendo una ley fundamental como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), permitiendo desarrollar un tipo de democracia adecuado a la necesidad del país. De igual manera la educación debe ir al ritmo de este tipo de democracia. En este sentido se han hecho transformaciones del sistema educativo que en el tiempo se ha humanizado, todo esto ha creado la oportunidad de incluir o desarrollar en la sociedad venezolana una cultura de paz, utilizando como instrumento una democracia participativa y una educación humanizadora. Se hizo necesario estudiar la realidad actual y de siglos pasados para ser una comparación de la oportunidad que tenía el gobierno pasado con el gobierno actual, que conllevaran una educación en democracia para  una cultura de paz.


Palabras Claves: Humanización, Educación, Democracia, Cultura de Paz.


  ABSTRACT

     The present work was oriented with the approach of a culture of peace in Venezuela, where conditions that were adverse to the circumstances were historically lived, with the purpose of promoting a culture of peace, through education and democracy. Our legal system had to be transformed, promoting a fundamental law such as the Constitution of the Bolivarian Republic of Venezuela (1999), allowing developing a type of democracy appropriate to the country's need. In the same way, education must keep pace with this type of democracy. In this sense, transformations have been made in the educational system that has been humanized over time, all this has created the opportunity to include or develop a culture of peace in Venezuelan society, using as a tool a participatory democracy and a humanizing education. It became necessary to study the current reality and past centuries to be a comparison of the opportunity that the last government had with the current government, which would lead to an education in democracy for a culture of peace

Key Words: Humanization, Education, Democracy, Culture of Peace.

  
Abogado (UBA). Magister en Derecho Penal y Criminología (UBA).
Cursando. Estudios en Doctorado en Ciencias de la Educación.  


INTRODUCCIÓN


      La Democracia y la Educación como medios para construir una cultura de paz, son la vías  para la equilibrar la igualdad, la justicia, la solidaridad, el bien común para los hombres y mujeres que viven en un territorio determinado,  bajo un marco legal que regulan la conducta. Así mismo, el enfoque político, ideológico del gobierno de turno, lo hacen responsable de garantizar una educación para la democracia. Sin embargo, resulta indispensable en nuestros días, transformar la cultura de violencia, que envuelve al mundo, en una cultura de paz. Es decir, educar para la democracia es una forma bastante eficaz de educar también para la paz.


      La educación para la democracia se puede considerar desde tres aspectos distintos, que en el fondo conducen a un mismo puerto: la democratización de los sistemas educativos, es decir, la introducción o la presencia activa de los principios democráticos en la organización de la educación reglada; la didáctica de la democracia, que no debe constituir una materia especial de la enseñanza, sino impregnar toda la formación que proporcione el sistema; y la democratización de la educación permanente, de la no reglada y de esa educación difusa que la propia sociedad ofrece a través de una serie de instituciones y medios que no tienen un claro objetivo educativo,  sin embargo, en un sentido lato, educan a los ciudadanos.

      En consecuencia, democratizar la educación significa hacer posible el acceso al sistema educativo de todos los ciudadanos, con independencia de su raza, idioma, condiciones sociales  y  edad, según el artículo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999).

LA DESHUMANIZACIÓN
      En Venezuela no fue posible la educación pública gratuita, sino desde el 27 de junio de 1870, gracias al presidente Antonio Guzmán Blanco, tampoco se consideraba la educación como un derecho humano, porque tal concepción se origina en el siglo XX, específicamente en los tratados internacionales que firma la República de Venezuela. Por consiguiente, aún en el siglo XX, persistía la falta de oportunidad que podía brindar el sistema educativo venezolano, dependía mucho, de políticas públicas en la educación verdaderamente garantista, incluyente de la gran mayoría de los sectores menos favorecidos económicamente.

     Cabe considerar, que las circunstancias económicas, políticas y sociales del país en siglos pasados no permitían darle oportunidades sino solo a aquellos que  tenían una posición económica holgada o un estatus político dentro de la sociedad o quienes vivían en las ciudades más cercanas a los centros de estudio. De tal manera, que esto contribuyó a tener una alta tasa de  analfabetismo, y una marcada división de clases entre ricos y  pobres.

      Por otra parte, existen factores multifactoriales que inciden en la violencia, como las familias vulnerables,  donde las condiciones socio económicas,  el nivel instruccional, la falta de empleo, pobreza extrema, la familia matriarcal, la destrucción del núcleo familiar, por razones: divorcio, deceso de alguno de los padres, por buscar un empleo lejos del hogar, entre otros, coadyuvan a una cultura de violencia.

     Debe señalarse, que la falta de atención social del Estado, a través de sus instituciones públicas en la ejecución de programas de prevención de carácter educativo, de planes que coadyuven a la prevención y el fortalecimiento de educación en las familias, bien sea a los niños, niños adolescentes, adultos, personas con discapacidad. Así como, la asistencia organizativa comunitaria en la atención de los grupos vulnerables que ven amenazadas su integridad física, también contribuye a esa cultura de violencia.

      El ser humano por naturaleza, no es deshumanizado, la deshumanización que vive el ser humano actualmente es producto de una serie de circunstancias sociales que lo llevan a la práctica de una cultura de violencia. El amor es una tarea o parte de la cualidad del sujeto quien educa, pero haciendo mención de lo que indica la Biblia, dice que debemos “Amar a Dios sobre todas las cosas y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”, es decir, si no me amo como ser humano,  cómo yo puedo amar al otro, pero otros dicen, que es falso que el amor no espera retribuciones. El amor es una intercomunicación de dos conciencias que se respetan, cada uno tiene al otro como sujeto de su amor. No se trata de apropiarse del otro.

      En esta sociedad hay un afán de imponerse a los demás en una especie de chantaje de amor, esto es un distorsión del amor, el que ama lo hace amando los defectos y las cualidades del ser amado, se debe amar en la medida en que se busca comunicación, integración a partir de la comunicación con los demás. No hay educación sin amor. El amor implica la lucha contra el egoísmo. Quien no es capaz de amar al prójimo, no puede educar. No hay educación  impuesta como no hay amor impuesto, el que no ama no comprende a los demás personas; no los respeta, no hay educación del miedo. Nada se puede temer de la educación si se ama.

      Una educación sin esperanza no es educación. Una educación que no transforma como el odio en amor o por lo meno que ayude a convivir, no debería llamarse verdaderamente educación. En nuestro caso, la democracia actual está concebido constitucionalmente como una democracia participativo, protagónica, es a través de la educación que se puede promocionar este tipo de democracia, porque ese sistema requiere que la gente se organice para poder acceder a todas las bondades que pueda permitir el estado, lo contrario significaría un retroceso hacia una democracia que era representativa, donde el ciudadano era considerado un elemento de segundo orden en las toma de decisiones, de tal manera que tenían que ser representado por otra persona que a larga no satisfacía las verdaderas necesidades que el ciudadano tenia.
      
 EDUCACIÓN  Y  DEMOCRACIA.
     A partir de la entrada en vigencia, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1.999, la cual establece una sociedad, democrática, participativa  y protagónica, multiétnica y pluricultural de un estado de justicia, federal y descentralizado, la cual consolida los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el  imperio de la ley para las futuras generaciones, asegurando el derecho a la vida, el trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social  y a la igualdad sin discriminación ni subordinación de ningún poder hegemónico de otro país, es cuando se crean las condiciones para el cumplimiento de derechos humano tales como el derecho a la paz, a la educación a vivir una vida libre de violencia, el respeto a la diversidad.
     
           La educación debe centrarse en una democracia participativa y protagónica, en la búsqueda constante de la justicia social, el desarrollo de la personalidad humana, el respeto a las libertades fundamentales, la autonomía y todo aquello que dignifique al ser humano y la formación de una cultura para la paz.

       La educación, el amor y la ética son los tres vértices de esa figura de sociedad democrática participativa que es necesario construir en la perspectiva de un nuevo humanismo; sociedad democrática que tiene como principal protagonista a una ciudadanía participativa. No se puede aprender a ser demócrata nada más que en el seno de la democracia misma, porque ser demócrata es una actitud permanente de convivir en el mutuo respeto en un proyecto común.

      La Educación para la Paz, visualiza al ser humano como un ser integral, no es solo el intelecto sino su parte afectiva, espiritual, física, mental y su historia de vida enmarcada en un contexto  social y cultural.

      Promueve la relación con el entorno, en el sentido que invita a las personas a reproducir lo aprendido en la vida cotidiana, las relaciones interpersonales, la convivencia. La experiencia no se puede reducir a un espacio, como por ejemplo el ámbito educativo formal, sino extenderse a los contextos en los cuales las personas se desarrollan, especialmente dirigiéndose al convencimiento de que cada persona actúa sobre la realidad social de forma positiva y pacífica hacia el cambio. Esto se relaciona con el sentido de autonomía, libertad, ejercicio de la responsabilidad y la alteridad para desear transformar la realidad circundante y asumir una responsabilidad con una conciencia de las actitudes y acciones que se toman a nivel personal.

     La democracia se sustenta en la posibilidad de mantener opiniones y creencias diversas, en la convivencia, el diálogo y la tolerancia, y transmitir estos valores a través de los sistemas educativos no conculca la libertad de los individuos ni de la sociedad en su conjunto, sino que, por el contrario, la favorecen.

     La Educación para la paz, para crear una cultura de paz, se debe desarrollar desde la educación inicial, tomando en cuenta nuestro sistema educativo, debe permanecer en todos los niveles, de tal manera que se refuerce una cultura donde uno de los aspectos importantes a tomar en cuenta sea la convivencia, indistintamente que la norma lo indique o porque la misma ética ciudadana lo haga necesario, evitando así la solución de problemas  por vías violentas y creando al contrario medios para solucionar conflictos de manera pacífica.

    Dentro de este marco, es necesario incluir en nuestras mallas curriculares en todos los niveles educativos, de competencias orientadas a la resolución de conflicto y la utilización de medios alternativos por vía pacífica, donde uno de los métodos principales sea el dialogo en la búsqueda de alternativa, para ir creando una verdadera cultura de paz.

     Actualmente el gobierno venezolano, ha aumentado los niveles de inversión presupuestaria en todo lo concerniente a materia social, tal es el caso, de la educación la salud, vivienda, y protección social de los sectores más vulnerables a pesar de todos los inconvenientes económicos y sobre todo comerciales que se le ha impuesto al país, desde los grandes centros de poder. Es indudable que  haya el afán de humanizar nuestra educación a pesar de esas vicisitudes

      Hay voluntad para invertir en educación, a su vez mantener un currículo que humaniza la educación y no está exento a cambios favorables de cambiar competencias o crear competencias necesarias para crear una cultura para la paz.

      Es importante destacar, que dentro de los modelos educativos ejemplares, tenemos el proceso de educación del Sistema Educativo Bolivariano,  el sujeto como centro en su proceso de aprendizaje, es el que inicia a través de la investigación en conocer las problemáticas y realidades del mundo o contexto, la cual se involucra, para ser crítico-reflexivo, a su vez discernir e identificar los factores que generan los problemas, el fin es que el sujeto sea participante en el proceso de transformación, aplicando los medios alternativos de resolución de conflicto, la cual permite el desarrollo integral dentro del proceso de formación en su trayecto educativo, dichas prácticas le permite como comprender la complejidad de una situación de conflicto, y emplear el dialogo como primera herramienta de proyecto de encuentros, es la manera de ejecutar a una futura posible solución, como práctica, como proceso de aprendizaje, la participación democrática de la educación para la paz.

      En el presupuesto de inversión se tiene como forma de inversión en educación, como proceso de comunicación social, las tecnologías de comunicación e información como medios de inclusión para promover una cultura de paz, con la adecuación de estrategias de enseñanzas y aprendizaje desde la educación primaria, educación secundaria y universitaria como forma de ejercer programas educativos que conlleven a la formación de la utilización de estas herramientas y adecuarlos a programas educativos preventivos que incentiven con estrategias educativas todo lo relacionado a una educación de cultura para la paz.   

        CONCLUSIÓN

     Con la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), la cual permitió trascender dentro de los procesos históricos en Venezuela, en comparación con gobiernos anteriores en como influyo la democracia representativa a una democracia participativa y protagónica, para lograr una educación humanizadora, ya que por diversos factores multifactoriales deshumanizadores, limitaron los avances del sistema educativo, entre los siglos XVIII y XX, se suscitaba situaciones de exclusión, discriminación, y niveles de tipo económico, ya que poco a  poco fue avanzando, es a partir del siglo XXI, la cual prevale la evolución del respeto a los derechos humanos, y la participación protagónica del pueblo, permitió en que se estableciera en un marco legal la cual garantiza el derecho a una educación  inclusiva, pública, gratuita, sustentable, y en la formación de una cultura para la paz, con valores fundamentales del respeto a la vida, el amor, la convivencia armónica y en respeto a los derechos humanos.
      Es necesario incluir en los diferentes niveles educativos, del sistema educativo venezolano, incluir en las mallas curriculares, asignaturas, materias que esbocen a  la enseñanza de los medios alternativos de resolución de conflicto, entres estos como el dialogo como herramienta básica, para la cultura de paz
      El estado debe planificar un plan en conjunto con las instituciones públicas y comunidades para promover actividades preventivas que permitan aplicar estrategias educativas de cultura de paz, con actividades de formación, deportiva y recreativa  que permita la participación e inclusión de niños, niñas, adolescentes, padres, representantes o responsables, personas de la tercera edad, personas con discapacidad y otros, que conocen de las realidades y necesidades de sus comunidades cercanas a la localidad del sector de cada municipio o estado.
      El estado debe seguir promoviendo a través de programas sociales educativos no solo a la sociedad, sino también a las instituciones públicas del estado, en el respeto de los derechos humanos, promoviendo ejecutando, aplicando formas ejemplares de la cultura de paz, de manera inclusiva dentro de las comunidades, donde están ubicados los necesitados, los grupos vulnerables, en cómo deben emplear las herramientas de resolución de conflicto, a la vez formar personas idóneas con compromiso social, que representen figuras como jueces de paz, en todos los niveles de la sociedad comunitaria, con la finalidad de minimizar los conflictos, prevaleciendo la convivencia, y la  paz a nivel local, municipal, estadal y a nivel del todo.

REFERENCIAS

Ceballos, P. (2013). Educación para la Paz y para la Democracia. Artículo en línea. Tomado de: https://dialnet.uniroja.es/servelet/articulo?codigo=4731386           Consultado el  04-12-2017.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Gaceta Oficial N° 36860 (Extraordinario) 30 de diciembre de 1999, con la 1ª enmienda 2 de febrero de 2009.

 Fernández, E. (1997), Educación para la Paz y la Democracia. Artículo en línea. Tomado de: https//dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1020253. Consultado el 04-12-2017.


Ley Orgánica de Educación (2009). Gaceta Oficial N° 5.929 (Extraordinaria). de fecha 15 de agosto de 2009.